Mi opinión sin filtros
Quiero daros mi opinión sincera sobre esta bici: la Forestal Siryon.
Ahora que ya no tengo ningún vínculo con la marca…
Bueno, no es del todo verdad que no haya vínculo. Aún hay uno muy fuerte: un vínculo emocional.
Adoro esta bici. He amado esta marca con todo mi corazón.
Y eso… no creo que cambie nunca.
La llevaré siempre en el corazón. Pero al no haber relación contractual, me siento con total libertad para contaros todo: lo bueno, lo no tan bueno y lo mejorable.
Como bici, es una pasada
Sinceramente, me parece una bici de puta madre. Me encanta cómo se siente. Me encanta cómo baja. Me encanta cómo responde la geometría y la cinemática.
Es una bici increíble. Y además, preciosa. Estéticamente, es de esas bicis que hacen que te gires a mirarla aunque no sepas nada de MTB.
Además de tenerla como bici personal, también he trabajado con siete Forestal más para un proyecto de alquiler que monté con ellos.
He visto mucha gente subirse a estas bicis y todos decían lo mismo:
👉 “Te subes y se siente tuya desde el primer momento.”
No hay ese típico “uy, esta no es mi bici, me tengo que adaptar”.
No. La adaptas en cero coma. Desde el principio, te sientes bien encima de ella.
Bajando es increíble
La Siryon baja… increíble. En bajadas técnicas es súper estable, y a altas velocidades va recta, firme, rapidísima. Muy estable.
A velocidades más lentas, sí, es algo más inestable, pero lo compensas entrenando un poco el equilibrio.
Al principio, en los giros, también me costó un poco adaptarme porque es un poco más larga que mi bici anterior.
Pero en dos salidas… ya estaba.
Tiene un peso de unos 19-20 kg, que para mí es perfecto.
Te pega al suelo, te da seguridad, pero sigue siendo ágil.
Puedes saltar bien con ella.
En Vallnord este año me divertí mucho con ella, especialmente en las mesetas. La sentía incluso mejor que mi bici de descenso:
“Wow, estoy flotando… sale súper bien, aterriza súper bien.”
En enduro también me lo pasé superbien.
Me habría encantado poder probarla con una horquilla de doble pletina, porque tiene que ser una locura.
Siryon eléctrica vs Siryon muscular
El año pasado competí con el prototipo muscular en la carrera de Sant Andreu de la Barca.
La geometría es parecida: cambia medio grado en el tubo de dirección y un poco el ángulo del sillín.
Ellos me dijeron: “No lo notarás”.
Spoiler: sí se nota.
Pero sobre todo, el peso es el punto más importante.
La versión muscular es más nerviosa e inestable.
La eléctrica tiene ese puntito de peso extra que, en bajadas, marca la diferencia: más estable, más segura.
Para mí, es el punto perfecto entre peso, geometría y comportamiento.
Cinemática: simple por fuera, sofisticada en su interior
La suspensión trasera utiliza un monopivote con bieletas y, aunque a simple vista parece sencilla, la cinemática que esconde es en realidad muy sofisticada.
En lugar de un diseño clásico de triángulo con tirantes inferiores, el basculante de la Siryon está construido como una única pieza rígida.
El leverage ratio y el comportamiento de la suspensión se definen por la trayectoria específica del eje trasero y el diseño de las bieletas.
Gracias al diseño de bieletas, la cinemática es progresiva y no lineal, lo que ofrece una suspensión muy estable en bajadas rápidas y técnicas.
La sensación general es muy similar a la de una bici de descenso, pero incluso mejor, porque además pedalea de manera muy eficiente.
El motor y la asistencia: suave, pero con matices
El motor está desarrollado por Forestal junto a Bafang, y fueron pioneros sacando una e-bike ligera cuando nadie más lo hacía.
Tiene 250W y 60Nm, y la sensación al pedalear es muy buena: sin retardo, responde rápido, y la asistencia es suave y progresiva.
¿Puntos a mejorar? Sí.
En ocasiones muy contadas, la asistencia se corta durante microsegundos.
Desde que cambiaron el motor, me ha pasado muchísimo menos, pero sigue existiendo.
La batería: el talón de Aquiles
Aquí está el punto flojo: la batería.
Tiene 360Wh, que en uso real se quedan en unos 310Wh.
Y claro, en carreras… esto me ha hecho sufrir:
“Siempre iba controlando la batería, sufriendo. Y compitiendo contra e-bikes full power, pues ahí estás en clara desventaja.”
Hace unos meses sacaron un “upgrade” que, en teoría, daba más autonomía… pero yo no lo he notado.
Es más: creo que va peor.
Ahora tarda más en cargar, y antes, cuando te quedabas a cero, aún tenías 1-2 km de margen.
Ahora, en cuanto llega a cero, se apaga del todo.
Eso sí: apagada, pedalea sorprendentemente bien, gracias a un sistema que desengrana el motor totalmente y no lastra.
La pantalla y la app: estética 10, funcionalidad 6
La pantalla integrada en el cuadro es preciosa. De verdad.
Cuando uso otra bici, la echo de menos.
Pero en funcionalidades, todavía está floja.
Tiene un mapa que, en teoría, se geolocaliza… pero me ha colocado en medio del océano, en África, en cualquier sitio menos donde estaba.
También puedes guardar rutas… pero a mí no me las ha guardado nunca.
“Está bien tenerla, pero para mí lo importante es cómo va la bici. Y va bien.”
Los modos de asistencia son cuatro: eco, sport, race y nitro, además del modo walk.
Honestamente, el modo eco ya asiste bastante.
Estaría genial poder modificar los niveles de asistencia desde la app.
En teoría, eso vendrá en el futuro.
No es una bici para rutear: es una bici para disfrutar
Esta bici no es para hacer rutas largas de e-bike, ni para subir por senderos técnicos.
No es ese rollo.
Es una bici para remontar cómodo por pista y disfrutar bajando.
Y eso lo hace de lujo.
He hecho solo una salida tipo «e-bike» con ella, y sí, respondió.
Pero si empiezas a subir por trails técnicos… la batería no te va a durar.
“Es una bici para disfrutar más y sufrir menos.”
Averías y mantenimiento: razonablemente bien
Con mi bici personal he tenido suerte.
Solo se me ha muerto la batería dos veces (y me la cambiaron). Desde que me pusieron la nueva batería, no he tenido más problemas.
Con las bicis de alquiler, sí que he cambiado motores, pantallas, mandos… me he tirado horas actualizándolas.
Pero nada especialmente raro para una e-bike tan innovadora.
Reflexión final: ¿la recomiendo?
Sí. Amo esta bici.
Creo que la amaré siempre.
He vivido momentos muy frustrantes con ella, pero también momentos increíbles.
Momentos que jamás imaginé vivir.
Si Forestal consigue darle una batería mejor, estoy segura de que venderían mucho más.
Solo falta eso: más autonomía, porque la asistencia es correcta.
Espero que sigan esta línea, porque sinceramente, me encantaría ver esta bici en lo más alto, que creo que es donde realmente merece estar.
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